
El patrimonio cultural se refiere al conjunto de bienes materiales e inmateriales que una comunidad ha heredado o adquirido a lo largo del tiempo. Estos bienes pueden agrupar monumentos, obras de arte, tradiciones, lenguas y conocimientos. La cultura, por su parte, es el conjunto de modos de vida, costumbres, creencias y conocimientos que definen a un grupo social en una época determinada. El patrimonio cultural es fundamental para preservar la identidad de un pueblo y para fomentar el entendimiento entre diferentes culturas.

Según el valor que atesora un patrimonio puede ser:
- Histórico que son los bienes que nos cuentan cómo vivieron las personas en el pasado. Pueden ser documentos, edificios antiguos, o cualquier cosa que represente un momento importante en la historia.
- Artístico: son los bienes que destacan por su belleza, creatividad o aporte al arte, como pinturas, esculturas, música, danza y literatura.
- Cultural: Incluye tanto lo tangible (como un edificio o un traje típico) como lo intangible (por ejemplo, una receta o una tradición oral).

La identidad cultural es el conjunto de rasgos que definen a un grupo social. Los bienes culturales incluyen tanto objetos materiales (monumentos, obras de arte, documentos) como elementos inmateriales (costumbres, gastronomía). Por ejemplo, un monumento emblemático en una ciudad no solo tiene valor arquitectónico, sino que también simboliza el pasado, las tradiciones y el espíritu de ese lugar. Este cambio en la forma de entender el patrimonio cultural se dio después de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos países perdieron sus monumentos y símbolos culturales. Fue entonces cuando se reconoció la importancia de proteger no solo los objetos «grandes» sino también las expresiones cotidianas de la cultura.
Llegando a esta incógnita de… ¿Por qué es importante conservar el patrimonio?
Conservar la identidad cultural implica preservar los valores que definen a un pueblo. Para ello, es fundamental conocer los bienes culturales de una comunidad, lo cual se logra a través de un catálogo. Los bienes incluidos en este catálogo deben ser protegidos y conservados. Sin embargo, no solo estos bienes deben ser considerados, en cualquier intervención, es necesario evaluar el valor del bien sobre el que se va a actuar antes de decidir el tipo de intervención a realizar. Cultural: Nos enseña sobre nuestra forma de vivir y pensar. Algunos de estos valores a conservar son: Histórico: Nos conecta con el pasado y nos permite entender cómo llegamos a ser quienes somos hoy. Artístico/Estético: Nos hace apreciar la belleza de las creaciones humanas. Autenticidad: Al conservar algo original, mantenemos su esencia y su valor único. Antigüedad: Su importancia crece con el paso del tiempo. Social: Fomenta el sentido de pertenencia y unión en una comunidad. Económico: Atrae turismo, genera empleos y fomenta el desarrollo.
Entonces nos preguntamos ¿Qué conservar?
Pues primeramente hay que entender que la conservación del patrimonio no se limita solo al aspecto físico de los edificios, sino también a los valores que estos representan. Es esencial cuidar todos los aspectos de un edificio, como la materia, las técnicas constructivas, las formas y dimensiones, los colores, materiales y texturas, así como su carácter y uso original. Además, se debe considerar el entorno en el que se encuentra y los significados que el edificio tiene para la comunidad o la cultura que lo valora. Todo esto contribuye a preservar no solo la estructura, sino también la identidad y los valores culturales asociados a ella.
¿Cómo podemos hacerlo?
A través de:
-Protecciones legales, instrumentos legislativos de leyes y normas que permita garantizar que el patrimonio no se pierda o destruya
Proteger implica establecer acciones jurídicas y normas administrativas que no necesariamente intervienen directamente sobre el monumento, sino que buscan garantizar su preservación a través de la legislación.
Inventariar consiste en enumerar y describir los bienes culturales. Es un proceso que tiene como objetivo ubicar y registrar los bienes sin entrar en un análisis profundo de su historia o valor.
Catalogar, por su parte, es un paso más allá del inventario. Además de enumerar y describir, incluye un estudio histórico y una valoración del bien, lo que permite comprender su relevancia y significado en el contexto cultural.
–Acciones de intervención como son:
Preservar se enfoca en la prevención, a través de una serie de operaciones diseñadas para garantizar la supervivencia de un bien cultural ante cualquier amenaza.
Mantener tiene como objetivo prolongar la vida útil de los materiales de un bien, evitando reformas o alteraciones que puedan afectar su esencia original.
Consolidar es una forma de conservación que refuerza los elementos originales para asegurar su estabilidad.
Reparar consiste en devolver a un objeto o estructura su buen estado, arreglando los desperfectos o daños que haya sufrido.
Restaurar implica una intervención directa sobre el monumento con el fin de devolverlo a su estado original o a una fase histórica específica.
Rehabilitar se refiere a la recuperación de un bien cultural para devolverle su funcionalidad o eficiencia, sin necesariamente restaurarlo a su forma original.
Reconstruir es la acción de restaurar total o parcialmente un edificio que ha sufrido daños significativos, generalmente por algún evento destructivo.
Anastilosis es el proceso de recomposición in situ de las partes caídas de un monumento, utilizando los mismos materiales originales siempre que sea posible.
Ripristinar es devolver a un monumento su estado original, eliminando añadidos o modificaciones posteriores que hayan alterado su autenticidad.

Bibliografia:
https://factorhome.es/arquitectura/arquitectura/arquitectura-y-patrimonio-cultural/
https://arq-iam.com/restauracion-y-conservacion-del-patrimonio-arquitectonico/